viernes, 19 de diciembre de 2008

Simplemente .... un ANGEL 1




Un Angel que paso por la tierra

Recuerdo cuando era pequeño y al tratar de dormir me daba miedo la oscuridad. El venia, se recostaba junto a mí, encendía la luz tenue del velador y me decía que existía un Ángel que velaba por mi sueño, me contaba que este Ángel estuvo de paso por la tierra y su protección comenzó antes que yo naciera, también me relataba como este Ángel era capaz de envolver mi habitación de un campo de energía invisible a los ojos de los hombres, que cubría fielmente todas las entradas de nuestro hogar y no le permitía el paso a personas con malas intenciones para conmigo o cualquier ente que pudiera perturbar mi sueño.
El lograba calmar mi miedo con su historia, acariciaba mi cabello, besaba mi frente y mis ojos, luego suavemente pronunciaba -Sueña con nuestro Ángel, es tan mío como tuyo-. Esperaba que me durmiera profundamente para retirarse a su soledad. Muchas veces soñé con el Ángel del que papá hablaba, con un vestido largo blanco de una tela suave y delicada que volaba con el viento, en su entorno podía ver su aura que traía paz a mi descanso nocturno y la certeza de que me protegía ante cualquier mal. Con el tiempo el ángel comenzó a apoderarse de mis sueños, era su dueña absoluta, jamás faltó una noche para llevarme a volar por el cielo entre las nubes, nubes que podía tocar con mis manos. Desde arriba el mundo se volvía mío, junto a ella observaba las locuras de la gente, era como si estuviera parado en el techo de un manicomio mirando a cada loco peleando con otro por ser mejor y tener más; como una competencia por la energía del otro y el poder.

Siempre fueron sueños tan reales que al despertar no tenía la certeza de haber pasado toda la noche en mi cama y aún recuerdo aquella sensación de tener el cuerpo helado por el frío de la noche. Durante bastante tiempo ella insistió en mostrarme la vida de personas que visitábamos en mis sueños. Así descubrí las alegrías y penas de gente que jamás vi despierto. Durante nuestros viajes sufrí la melancolía de muchos, sentí rabias y amarguras ajenas, pero ella, mi ángel, me devolvía el control y la calma. Con los años estas personas se fueron convirtiendo en mis protegidas y necesitaba verlos bien, sino en la mañana amanecía con el pecho apretado como si fuese yo quien sufría. Me enseñó a diferenciar la energía de cada persona, según sus problemas o su ánimo.

La energía es esencial en la vida de las personas y no sabemos cuidarla ni mantenerla. Cuando apreciamos la belleza y singularidad de las cosas recibimos energía. Una noche al llegar sonrió dulcemente y me dijo que nos quedaríamos en mi habitación para conversar, no encontré problema alguno a su decisión. Se sentó y acomodó en el suelo, enfrente de la ventana donde podíamos ver las estrellas y la luna, y luego me invitó diciendo -ven, siéntate pequeño. Me senté a su lado, ella tomó mi cabeza con una de sus manos y me acercó a su hombro, acarició mi cabello y dijo: -Soy el Ángel guardián de todas estas personas a las que por años has visitado conmigo, vengo a traerles paz con mi presencia, cubro sus hogares de amor que se vuelve energía para absorber los males de sus corazones y no permitir la entrada a nuevas iras. Al igual que contigo, Nicolás, como la vieja historia que tu padre te cuenta noche a noche. -No estaba seguro de qué debía decir, no creía entender, porque se esmeró tantos años en mostrarme la vida para terminar diciéndome que en verdad era un "Ángel Guardián" y no "el ángel de mis sueños " además era guardián de muchas personas, tal vez todos aquellos sueños ni siquiera me pertenecían, mirándome a los ojos dijo: Ya tienes quince años y todavía sueñas con tu "Ángel Guardián", ya no más, ya no vendré.-Mi corazón latía muy fuerte, cerré mis ojos y pensé: ¿ me dejará solo?. -Tú no necesitas de mí, es hora que comience tu misión aquí en la tierra. -¿Cuál ? Pregunté. -Ser un "Ángel Guardián- respondió". -Solté una carcajada y dije - no tengo alas para volar, no puedo penetrar en los sueños de otros como tú.

Mi respiración se aceleró y mi corazón siguió latiendo con intensidad, ¿te burlas de mí? le pregunté desconcertado. Primero vienes y me dices que no eres el "Ángel de mis sueños" sino que el "Ángel Guardián" de muchas personas, luego que no vendrás más y que tengo una misión, la de ser un guardián. Sinceramente no te comprendo, quiero pensar que todo es una pesadilla y que hoy no viniste. -Para ser un "Ángel" dijo éste, no necesitas tener alas ni poder volar, y menos tener la capacidad de entrar en los sueños de nadie. Ser guardián significa amar, proteger y velar por tus seres queridos, por quienes conforman tu entorno y el resto del mundo, sólo tienes que descubrir lo hermosa que es la vida, encontrar paz en ti y alegría en las simplezas que te proporciona Dios. Observa con atención el vaivén de las ramas de un árbol producidas por el viento. Si en tu alma no hay amor será éste un acto ordinario sin nada especial. En cambio si lo ves con amor y el corazón abierto percibirás la energía de la naturaleza y lograrás ver más allá de este acto común, notarás que tu amor y tu paz le dan energía a ese árbol, que ese vaivén es una danza que baila al son de la música que trae el viento y que ese simple acto es poesía en tu alma.


Si continúas buscando verás que finalmente sólo el amor trae paz en tu interior. Nicolás sé que eres fuerte y que entenderás mis palabras, confía siempre en ti, en que eres capaz. De hoy en adelante pon mucha atención a todas las señales que se te presenten porque podría ser el comienzo de tu misión, aunque te parezca sin sentido busca en lo más mínimo alguna respuesta, no te desesperes como un loco tratando de que hoy mismo apenas al comenzar el día encuentres tu misión, ella puede estar muy cerca o tal vez distante, puede ser hoy, o mañana o quizás en un par de años que llegue la misión que te han encomendado. Ya lo sabes, sin desesperarte, desde hoy abre los ojos y todos los sentidos al mundo que está lleno de señales para ti. -Creo comprender tus palabras, pero ¡no entiendo tu decisión de marcharte! Me estás abandonando... ¿Por qué no puedo cumplir mi misión contigo en mis sueños?. Tú y mi padre son lo más importante en mi vida, no te vayas.-Nicolás... ¡no te abandono!, Tú eres quien debe conservarme en tu vida, en tu mente y en tus sueños, sólo si tu me olvidas desapareceré. Los viajes que noche a nocherealizábamos en tus sueños eran para mostrarte un poco de la vida y prepararte, necesito que me entiendas para poder irme tranquila. -Cerré mis ojos, respiré profundo y asentí con mi cabeza. Besó mi frente y me dijo: -ya es hora, debo marcharme, está avanzada la noche y tienes que descansar. Nos levantamos del piso, la tomé de las manos y le dije: -No te olvidaré jamás, estoy un poco confundido, pero ve tranquila.


Me dio un beso muy suave en los labios, sentí su calor... ¡No te vayas aún! - le dije. Luego la tomé del brazo y pedí - antes de que emprendas tu vuelo lejos concédeme un deseo... quiero ver a mi madre... Ella sonrió, movió la cabeza lentamente y dijo: eso no es necesario, tu madre ha vivido contigo en tu día a día, en el ocaso y en cada amanecer, no quieras cambiar las cosas, así está bien, ella velará por ti y te acompañará en tu misión. Nuevamente asentí con la cabeza e hice una nueva petición. ¡Cuéntame tu historia, sé que tienes mucho que contarme! Volvió a sonreír dulcemente y dijo: lo haré, pero no ahora, si descubres tu misión con el corazón abierto al percibir amor vendré a contarte toda mi vida aquí en la tierra. Tal vez tu misión la encuentres en un año más o mañana, pero no desesperes si ésta demora en llegar, no olvides jamás que el tiempo no respeta lo que se hace sin él y si tu corazón y alma no están preparados jamás la encontrarás, aunque esté a metros de ti. Acuérdate de las simplezas de la vida, de la danza al son del viento, de que la sabiduría está en el corazón y en el amor que entregas y recibes y no en el intelecto. Jamás te niegues a dar ni a recibir, ambas emociones son la conexión del amor; dar... jamás olvides entregarte plenamente a lo que estás haciendo y sintiendo, quien no se entrega no sabe amar; recibir... Es muy importante aprender a recibir y para ello también la entrega debe ser completa, no ahogues a nadie dando lo que no quiere recibir y no dejes a un amigo con el corazón abierto al darte cuenta que te lo está entregando. Pon atención a las señales puestas por Dios en tu camino. Ahora si, me voy, estoy segura que pronto nos veremos, abre tu corazón al universo. Tomó mi mano y se fue.


Amaneció, mi padre abrió la puerta de mi habitación, besó mi frente, ¡hola, pequeño!, Es hora de ir a la escuela, tu desayuno está servido. Sentí que mi primer día sin mi Ángel sería duro, largo y misterioso. ¡Sí! Misterioso porque estaba lanzándome solo a la vida sin ella que iluminaba mi camino. Miré a mí alrededor pensando en que estaba solo, ¿qué haría ahora? Pero junto a mí estaba Daniel, mi padre, con ojos miel llenos de amor y luz, preocupado porque tardaba en vestirme y aún no desayunaba. Miró mi habitación desordenada, las ropas de mi cama colgaban junto a una de mis piernas haciendo el intento de levantarme, rió, -eres un flojito, me dijo- y tiró las frazadas para atrás, se acostó a mi lado, me abrazó. Tienes que levantarte porque eres un hombre responsable, tienes que esforzarte para que tu madre esté orgullosa de ti, además tu futuro y tu camino están en ti.

Mi corazón se llenó de tanta alegría al saber que siempre estuvo conmigo y que jamás se fue de mi lado, quizás seria él quien ahora iluminaría mi camino y me guiaría en mi misión. Hice lo que mi padre me dijo y partí a la escuela, en cada respiro sentí el aire llegar a mis pulmones e invadiéndome de felicidad. A pesar de creer que me había quedado solo me sentía mejor que nunca, fue un día inolvidable, por primera vez sentí el latir de mi corazón en cada respiro, es increíble siempre estuvo conmigo y jamás lo noté, nunca antes vi la importancia de aquella parte de mi cuerpo que por años y por siempre estuvo conmigo y que llevaré el resto de mi vida, hoy... con la conciencia de que existe en mi; Pensé... es un simple acto... el latir de mi corazón: Será mi primera señal, estoy vivo. Y con esta grata sensación de vida mi día en la escuela fue perfecto, todo lo que sucedió minuto a minuto fue fortaleciendo las ganas de encontrar mi misión, las palabras de mi "Ángel" fueron tan claras que no necesito repetirlas a cada instante, sólo recordar que no debodesesperarme. Además siento que muy pronto sabré cual es mi misión, mi corazón late y me habla alegre. Recordé las palabras de mi "Ángel": Encontrarás tu misión con el corazón abierto.

Daniel acaba de acostarse y tuve el extraño impulso de observarlo. Jamás imaginé que papá, luego de cerrar la puerta de su habitación, llorara amargamente por la partida de mamá. Sentí que él necesitaba compañía, así es que decidí quedarme mirando hasta que se durmiera, cosa que hice todas las noches. Fue entonces cuando mi corazón latió tan fuerte y en cada latido me decía: -Es una señal, ésta puede ser tu misión. Así pasaron meses y años. Muchas noches quise entrar a consolarlo, a explicarle que no podía aferrarse sólo a los recuerdos, que la vida es aquí y ahora, que todo sucede por que así estaba escrito para cada uno, que ambos podíamos vencer la angustia que lo invadía, que ambos podíamos ser uno solo, que estaba orgulloso de ser su hijo, que era el mejor padre y madre que conocía. Luego entendí que mi lugar era detrás de su puerta, que sin darme cuenta me había vuelto su guardián, que velaba por él cómo antes lo hacia mi Ángel por mí.

Cada uno de mis latidos seguía su respiración, mis ojos seguían cada movimiento que realizaba, pero aún así no puedo confirmar que realmente él estaba con mi madre. Si así era yo no podía verla, porque soy un simple guardián y no tengo poderes sobrehumanos para ver mas allá de lo real ¿y qué es lo real? ¿Lo que ve el corazón o lo que ven los ojos?. Cuando venían a mi tantas dudas llamaba a mi Ángel para estar más tranquilo y seguro, pero un día, no acudió a mis desesperados llamados, no acudió, no acudió... no acudió.
Comprendí que no era momento de reencontrarme con ella y eso significaba que mi misión no era el ser guardián de Daniel. Aún así sentía la necesidad de seguir protegiéndolo. Papá ¿extrañas a mamá? Pregunté. Creo que fue un duro golpe preguntar por ella porque su rostro se volvió nostálgico y sus ojos se llenaron de lágrimas. Aunque hizo el intento de no derramarlas, sentí como su corazón se apretó y las palabras no salían de su boca, sus ojos daban una explicación porque sus labios nunca me hablaron de ella. Los míos respondieron que no importaba hasta ahora, rodaron por su rostro al fin las lágrimas que tanto retuvo, con una de sus manos, como un niño, secó las lágrimas y seguidamente asintió con la cabeza respondiendo a mi pregunta, -yo no- le dije, y sabes por que, simplemente porque la amo y ese amor la mantiene viva en mi corazón, en mi mente y en mis sueños, noche a noche sueño con ella como si fuera el "Ángel" de tu historia, pero soñar con ella no significa nada, lo realmente importante es que vive en mi y mientras así sea no es necesario extrañarla. Mi padre rompió en llanto, me abrazaba y pedía disculpas por creer que aun era un niño y no entendería lo sucedido con mi madre, por no haber notado que ya era un hombre. . . nos quedamos en silencio por un momento; su rostro aún expresaba deseos de llanto y mi mirada le pedía que lo hiciera, que desahogara toda su angustia, que no la guardara, que debía reconciliarse con el pasado y con la melancolía que lo invadía.

Lloró tanto que parecía que en cualquier momento su cuerpo caería al suelo. Cuando sintió que había liberado toda esa carga pesada de años inhaló fuertemente y esta vez el aire atravesó sus pulmones hasta que estos se hincharon con tal soltura y al exhalar lo hizo con una gran
paz renovadora. Al inhalar recordó nuevamente a mi madre y descubrió que desde su muerte jamás volvió el aire a pasar por sus pulmones, esto ayudaba más a su amiga "ANGUSTIA" a instalarse y quedarse allí, porque ésta cuando hay pena se apodera del pecho y detiene el paso del aire dando respiros cortos para que el dolor se penetre más y no pueda escapar deteniéndolo allí. En cambio durante la época en que con mi madre conquistaban día a día el universo y estar juntos era el paraíso, sus respiros eran eternos, el aire que atravesaba sus pulmones recorría todo su cuerpo, lo enamoraba aun más y traía consigo mayor libertad. Este momento para él y para mí fue un renacer, parecía increíble que pudiese haber olvidado algo tan simple como este acto cotidiano y hoy era yo quien acompañaba a mi padre en su renacer; mientas salía de su capullo yo recordaba a mi "Ángel" diciéndome -busca en los actos de simpleza-.


Después de esto fijamente observó mis ojos y dijo "hijo, es el momento de hablar"… Nicolás, entiendo que ya creciste y que puedo comenzar a hablarte de tu madre como hombre y no como un niño contándote la historia de un Ángel, pero, jamás dudes de aquel Ángel que por años veló por tus sueños, porque no lo inventé. Además nadie puede negarte que conozcas la vida de tu madre y menos yo, pero siempre tuve pánico y temor de verme débil ante ti llorando como si yo fuera el niño, ¡tanto miedo! Para que fueras tú mismo quien calmara mi pena sin palabras sino con tu mirada, ¡¡¡cuanto he dejado de aprender de ti!!! Tu madurez me ayuda a continuar en este minuto, te pido disculpas si he olvidado algo que no pueda contar ya que de tanto traer cada instante vivido con tu madre he llegado a confundirme… Sé que fui egoísta y gracias por entenderme- respiro profundamente y dijo- gracias hijo, estoy seguro que todo lo que puedo yo decirte de tu madre de alguna manera ya lo sabes … Me pidió que no me moviera de donde estaba, iría en busca de algo importante para mi; rápidamente volvió y puso en mis manos un cuaderno azul con flores amarillas y dijo: -Este es el diario de tu madre, cuando yo acabe de contarte todo podrás leerlo, es tuyo, pidió que te lo diera cuando fuera el momento…Hijo, en un principio lloré día y noche desconsoladamente pidiendo a gritos que Dios me llevara a su lado para estar con ella, era imposible imaginar que una mujer tan joven, tan vital y angelical podría llegar a morir sin explicación lógica.

Tu madre llenó de vida, de luz y de verdad mi vida, amplió mi visión del mundo y me enseñó a vivir el presente aceptándolo, dejando atrás el pasado que por lo general duele, y el futuro llevarlo dentro de mí, sin cambiar ni alterar el presente ni jugar con lo que Dios deparó para nuestras vidas. Aunque sé que para ti es difícil pensar que acepto el presente ya que añoro aún a tu madre a pesar que hace muchos años dejó esta tierra y hasta melancólicamente la recuerdo. Irónicamente gracias a ella acepto el presente, es decir que acepto que se fue de mi lado y que partió por que Dios así lo quiso, pero no lo entiendo. Y porque no le entiendo es que aún en las noches la recuerdo llorando.No imaginas cuanto deseo que hoy estuviéramos los tres cenando y oyeras sus sabias palabras cada vez que abría la boca, muchas veces he soñado con ello, conque los tres compartimos dichosamente, siendo la familia más feliz del universo, y no entiendo porque se nos negó esto tan simple, sin embargo lo acepto y los dos hemos vivido en armonía juntos con su presencia latente en esta casa y en nuestros corazones. Ella llegó a llenar mi vida de paz y alegría, que casi no conocía. Nunca disfruté mi vida tanto, cada minuto, cada instante ella lo volvía mágico, intenso e inolvidable. Realmente era especial, casi estaba seguro de que era un Ángel. Amarla fue disfrutar la vida. Conocerla fue una bendición y esta fue más grande aúncuando Dios nos regaló un hijo, tú mi pequeño Nicolás.


Apareció como caída del cielo, sonriendo ante mis ojos, llevaba su largo cabello tomado, un vestido rosa que se ajustaba a su piel, un suave perfume que me volvía loco y una tierna y cálida mirada que me decía: acércate. Yo miraba sus labios y deseaba besarlos, estaba embeleso, el viento se llevó mi aliento, no logré coordinar mis movimientos con mis pensamientos, jamás sentí algo igual, varias veces me topé con mujeres hermosas a las cuales desee intensamente y con más de alguna tuve un esporádico romance, pero la magia siempre desaparecía rápidamente, con ninguna llegué a saber lo que era el amor sólo el deseo. Fueron largos minutos observándola desde una distancia prudente para no molestarla y suficiente para memorizar y loar aquella hermosa figura con carita de Ángel. Pensé en acercarme pero me entró un pánico tremendo pensar que podía asustarla y perderla, sin embargo cuando emprendió camino la seguí, la verdad no tenia idea adonde se dirigía, pero se me ocurrió que podría ser a su casa, además adonde fuera no importaba, quería llenarme de su hermosura, era un poco tarde y oscureció, la vi entrar a su casa, permanecí afuera parado y escondido, al rato se asomó por la ventana de su habitación abriéndola completamente, apoyó sus brazos en el marco y fijó su mirada en el espacio, ¡no sé que miraba!, ¡La miré tanto y no me cansaba!.

Sentí que si me iba a casa no podría dormir pensando en ella, en realidad perdí la noción del tiempo no estoy seguro cuanto tiempo permanecí ahí, únicamente recuerdo que llegué a mi casa cerca de las doce y media de la noche y que cuando la vi por primera vez eran casi las siete de la tarde. Dormí con el corazón lleno de una fuerza y una energía que me hacia tan feliz y me llenaba de ganas de hacer realidad todos mis sueños, incluso aquellos que escondí yolvidé por creer que no tenían sentido, quería comenzar a vivir nuevamente. Amanecí absolutamente renovado. Ese día fue como el primero de mi vida, me vestí como quería y no como me veo obligado a hacerlo para complacer a la sociedad, desayuné un chocolate como anhelaba cuando niño y no me lo permitían, no peiné mi cabello como debían hacerlo los caballeros, lo dejé solamente ser, eso era vivir sin vivir, vivir para los demás y no tener una vida propia, era curioso que todo esto lo descubriera gracias a ella y mas aún sin siquiera haber hablado. Sentí que ella sería para mí muy importante, al día siguiente seguí el camino a su casa con la intención de acercarme a ella, de hablarle, pero tuve miedo y decidí esperar por si ella nuevamente se asomaba en su ventana, cosa que hizo, cada noche, todas las noches.

Una de éstas, después de casi dos meses abrió la ventana y se asomó para respirar larga y profundamente. Esa vez se retiró enseguida, apagó la luz y no hizo el ritual de todas las noches, ¿qué hacer?. De nervios no podía pensar en forma coherente. Cuando decidí retirarme e ir a casa ella apareció a mi lado, ni siquiera noté cuando salió de su casa y se acercó; mi aliento se detuvo y mi corazón no tuvo fuerzas para seguir latiendo, tomó con sus manos mi rostro y besó una de mis mejillas mientras dijo: ¡Hola Daniel!, Quedé paralizado y mi cuerpo se enfrió rápidamente; tranquilo Daniel -dijo- supe siempre que estabas mirándome y que me acompañabas mientras yo observaba a mis amigas estrellas, me encantaría caminar junto a ti para que conversemos, ¡pero ya es tarde! Ven por mi mañana antes del ocaso; otro beso en mi mejilla y una caricia en mi rostro fueron su despedida. No recuerdo como ni a que hora llegué a mi casa, desperté con mis pulmones llenos de un limpio aire, una gran alegría me inundaba, luego sentí algo extraño y es que no estaba seguro de haber soñado o en verdad sus labios y manos tocaron mi rostro, pero eso no importaba, antes del ocaso iría por ella.

Me estaba esperando en el lugar donde yo la observaba, cuando llegué a su lado sonrío cálida y respiró profundamente como llenándose de mi presencia -sabía que no faltarías- dijo, y antes que yo reaccionara ella se acercó y besó mi rostro -que bueno verte, estoy feliz de que estés aquí conmigo- ella sabía lo perturbado que me encontraba, ella revolucionaba mi ser, y deseaba "ser" todo que había soñado mientras su presencia me inundaba, deseaba despertar a aquel Daniel que se durmió cuando comenzó a crecer, cuando empezó a vivir como un adulto, a pesar de todo ella traía a mi la calma y tantas emociones juntas me asustaban un poco, pero más miedo sentía al pensar que podía perderla de tanto cuestionar lo que se producía en mi cuándo estaba junto a ella, todo esto volvía mis latidos a mil por hora sin parar y en verdad…me sentía el hombre más feliz.- Yo también estoy nerviosa, como tú, pero no tengo miedo, me siento muy feliz ¡no temas!

Este encuentro sucedió porque nuestras energías forman una y al estar separadas no logran sentirse totalmente completas y necesitan reencontrarse en el universo, ¡no imaginas cuanto te espere!.
La observé diciendo cada palabra y espié mientras hablaba su suave y armónico respirar y así entendí claramente que todo lo que me expresaba eran aquellas emociones que tanto me perturbaban, no pude evitarlo y me acerqué a ella temblando, tomé sus manos y besé sus tibios labios, intensamente deseaba seguir besándola, mantenía cerrados sus ojos y esta vez su respiración estaba tan alterada como la mía. Hasta ese momento mis labios no decían palabra alguna y fue aquel beso el que dio fuerzas para decirle que no entendía este alocado amor que sentía por ella, que mi vida había cambiado desde la primera vez que mis ojos le vieron, que por favor no me dejara nunca, que sus anteriores palabras me conmovieron y me ayudaron a entender que desde que la seguí mi alma comenzó a reaccionar con el encuentro de mi otra parte, volví a pedirle: - No me dejes, tú sabes que no estoy loco, te amo.

Caminamos juntos, ella iba a mi lado, nuestras manos estaban unidas y era mágico ver que la oscuridad de la ciudad a cada paso nuestro se volvía luz. Lo marchito... florecía, y yo la amaba más a cada minuto. No puedo olvidarla, ella fue lo más bello en mi vida porque di y recibí amor y tanto me amaba que no me dejó solo, te dio la vida para no dejarme solo ¿y qué hice? Volverme casi un ermitaño. -No papá, no te juzgues, no lo hagas, no hay tiempo para hacerle juicios a nadie, la vida es corta y para ser feliz hay que vivirla sin creer que en cada paso que des te vas a equivocar, sino darlos seguro y confiado que ese es el camino y si realmente no lo era comprender que es un pequeño trozo de experiencia para agregarle a nuestra alma.-Nicolás déjame continuar... Fuimos tan felices juntos, lo revivo en mi mente a cada momento para sentirme bien. A los pocos meses de novios decidimos contraer matrimonio, nuestras familias se encargaron de hacer una gran fiesta que duró todo un día, desde ese momento el tiempo se detuvo, no existía para nosotros, no hacia falta.

Jamás voy a olvidar cuando por sorpresa descubrí que tu madre era un Ángel, fue tan sorprendente que no pude evitar llorar y sentirme protegido por ella. Una noche salió al patio de la casa, se acercó al aromo, (aquel que está afuera, apuntó con su dedo índice) y en silencio vi y oí cuando mirando al cielo pronunció palabras extrañas como en otra lengua que no logré entender, parecía un canto angelical. Mientras todo esto sucedía una luz dorada que venía desde lo alto del cielo la cubrió y desde el centro de esta luz bajó una mujer vestida de blanco que la tomó de las manos y la elevó unos quince centímetros del suelo. Ella tocó su vientre y luego besó sus mejillas, después de eso tu madre lentamente comenzó a descender a la tierra y la mujer ascendió al cielo. Cuando ya se había integrado a la vida terrenal entró a la casa tranquila como si nada hubiera pasado, me dijo que estaba cansada, y a pesar del cansancio de aquella noche hicimos el amor apasionadamente. Mientras más la besaba más la deseaba, era eterno nuestro encuentro y la luna entraba por entremedio de las cortinas e iluminaba su angelical rostro. Amaneció en mis brazos y continué besándola sin detenerme, no era necesario acabar con esto que era perfecto, era todo lo que quería. Estoy seguro que te concebimos esa noche. A las pocas semanas nos enteramos que venías en camino, tu madre y yo estábamos muy felices.


La espera fue eterna, pero maravillosa, disfrutamos juntos verte crecer en el vientre de tu madre, esos nueve meses de espera fueron lo máximo, los únicos que los tres compartimos juntos sin el abismo y el vacío que nos dejó tu madre al partir, aún sabiendo que siempre a vivido en casa con nosotros.
Yo creo que ella sabia que Dios la esperaba, por ello se encargó de que la felicidad de esos meses fuera eterna. El día más esperado llegó, tú amenazabas con nacer, así es que lleve a tu madre al hospital. Todo marchaba de maravilla, yo la acompañaba a su lado, pero apenas naciste mi Ángel se fue. Antes me hizo jurarle que te cuidaría como ella misma lo haría. Ya no tengo más palabras, todo lo que queda está en el diario de tu madre, que me entregó antes de irnos al hospital, me dijo que era para ti y que te lo diera cuando estuvieras listo.Ya hiciste mucho por mí, me escuchaste y sé que perdonaste mi silencio, te amo hijo. Y con esas últimas palabras mi padre se retiró a su habitación. Mi padre acaba de acostarse y no pude evitar volver a observarlo en silencio, esta vez no lloró amargamente, pero con los ojos llenos de lágrimas lanzó un beso al cielo, le dio las gracias a su Ángel, le recordó cuanto la amaba y durmió como un niño. Tengo el diario de mamá en mis manos y no estoy seguro de querer leerlo aún, pienso que no debo apresurarme, hoy Daniel habló tanto de ella que no sé si es necesario, sé que al contármelo todo se liberó de una gran carga y hoy mi relación con papá se fortaleció. Tenemos mucho que compartir juntos, esperaré el momento adecuado. ¡Ya sé! Voy a recopilar la mayor información posible sobre mi madre, voy a escribir todos mis recuerdos e historias y cuando sea el momento abriré este diario, hasta ese día estará cerrado y guardado fielmente. Han pasado varios años desde mi conversación con mi padre y aún no leo el diario, creo que ahora es el momento, ya estoy preparado, en dos semanas cumpliré veinte años,tengo que confesar que todavía cuido a Daniel sin falta, tal vez podría necesitarme.

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