domingo, 19 de octubre de 2008

La Voz Dormida


Hoy mi voz está dormida, hoy mi piel siente tu herida,
no hay caricias en la noche, no hay susurros en mi espalda,
pues hoy no siento el derroche, de tus manos cuando hablan,
hoy los sueños se han dormido, la magia sólo se ha ido,
hoy se vacia mi esencia, pues siente tanto tu ausencia.

Hoy mi noche está vacía, extraña tú compañía,
esa mágica presencia, que hace superar el día,
hoy no regalo sonrisas, hoy no te ofrezco los besos,
que nos dejan abatidos al saber que estamos lejos,
no hay caricias en mi alma, que me alteren los latidos,
no hay sonrisas en mi cama, hoy no hay nada, hoy te has ido.

Hoy no puedo demostrarte, las caricias que aprendí,
hoy tan sólo están los sueños, pues tú no estás junto a mi,
hoy te extraño y me lamento, por esta loca adicción,
que sólo cura el abrazo, que salvó mi corazón,
hoy te añoro y me maldigo, por sentir este cariño,
que me maneja a su antojo, como a un juguete mi niño.

Hoy mis labios quedan frios, pues no demuestran calor,
hoy mis brazos sólo estrechan, al aire tibio mi amor,
hoy me siento desgraciada, abatida, solitaria,
hoy deseo que a esta noche, la aniquile la mañana,
esa mañana preciosa que finalice en la tarde,
cuando de nuevo conmigo, tu presencia al fin me hable.

Hoy te extraño y te lo digo, porque este es mi castigo,
enamorarme de alguien, que jamás estará conmigo........

Mientras Callo


Un torrente de te quieros, son los suspiros del alma,
mientras mi boca en silencio, por tus besos llora y clama,
triste locura el silencio de no osarme a confesar,
que en ti se encuentra la clave que hizo mi amor brotar.

Mientras callo mi sentido,se ahoga en un mar de dolor
mientras callo mis latidos, vibran soñando tu amor,

Son mis ojos las ventanas que conducen a mi ser,
son mis labios temerosos los que no desvelan su querer,
son mis manos la condena de no poder sentir tu piel,
derramando las caricias que te guardan desde ayer.

Confesar es imposible, el castigo inevitable,
el no de labios amados, mata mejor que un sable,
en los sueños me refugio, recordando los momentos,
pensando que estamos juntos, finalizan los tormentos

Mientras callo mi sentido,se ahoga en un mar de dolor
mientras callo mis latidos, vibran soñando tu amor,

Tan consciente de ti mismo, tan ajeno de mi alma,
no descubres el sentido que ofrecen mis ojos en calma,
no descifras los mensajes que hasta ti llegan constantes,
no desvelas las palabras que mis ojos gritan antes.

Mientras callo, sigo soñando contigo,
si quisieras ser mi amor y no sólo ser mi amigo....

Una Razón


Una razón tan sólo, para pensar que no es un juego,

que lo que dices es cierto, que en tu pecho late fuego,

ofrece la excusa que busco, para abrir de par en par,

las alas de este cariño que por ti quiere volar.



Una baza que con suerte, trae los ases escondidos,

en la manga fugitiva, de un ladrón que no he sentido,

la partida de una vida, que no dejó opción al azar,

pues con maña y picardía, las cartas logró marcar.



Una razón que demuestre, que la mirada de miel,

quedó clavada en el alma, dejando huella en tu piel,

que las palabras de antaño, no son barcos de papel,

naufrágos de las caricias, que forjaste en mi ayer.



Si fue un juego no confieses, pues pequé de soñadora,

entre risas y matices, se rompió el alma que hoy llora,

si no hay juego explica entonces, el por qué de las caricias,

que etéreas surcan la noche, que esconden bellas sonrisas.



La razón que necesito, la custodia aquel latido,

que en cartas marcadas de encanto, despertó lo que ha dormido,

lucha eterna que consume, la fragilidad de un sueño,

son tus ojos los que siento, de mis labios eres dueño.



Besos que tienen nombre, sonrisas siempre robadas,

equívocas poesías, que a tus dueñas deja ajadas,

no hay amor en este juego, ni lo sientes ni lo das,

es tan sólo coqueteo, es ser siempre una más...



Para los vampiros de ilusiones, que no conocen la ilusión...

*** Sombras del Corazón ***


Dime triste corazón, sumido en el sueño hiriente,

donde queda aquel cariño, su falso calor inerte,

donde escuchas su latido, su presencia inexistente,

donde derrocha sus penas, aquellas que ya ni siente.

Dime loco corazón, por qué las furtivas miradas,

por qué las sonrisas eternas, que me fueron regaladas,

por qué versos y poemas, palabras enamoradas,

por qué si todo era cuento, y no era un cuento de hadas.

Dime añejo corazón, si la sombra hoy te acecha,

si por labios que mintieron, tu latido hoy sospecha,

mariposas que murieron, dejando el alma deshecha,

el lamento incontrolable, que va quemando tu mecha.

Ay marchito corazón, frio y cálido en mis manos,

destruida tu ilusión, por falsos deseos mundanos,

aniquilada esperanza, por consuelos sólo vanos,

víctima de cobardías, de amores que no son sanos.

Tú, sufrido corazón, perdido entre los latidos,

de cariños no tangibles, de amores sólo fingidos,

de promesas irreales, que atormentan los sentidos,

esperanzas irreales por sueños jamás vividos.

Desquiciado corazón, tanto esfuerzo y todo en vano,

meses sembrando sonrisas, y hoy las destrozan sus manos.

Mi Reflejo


Hoy comprendí mi mentira, mi vil y cruel engaño,
hoy descubrí una sonrisa, y un sentimiento extraño,
entendí tantas mentiras, guardadas toda una vida,
una verdad que fue escrita, pero jamás fue leida.

Siempre oculta y a la vista, siendo tal cual yo soy,
en un mundo de luz y sombras, escondida hasta hoy,
hoy decido lo que quiero, a mi dolor pondré fin,
hoy soy yo quien lo ha escogido, hoy brota dentro de mi.

La que luz que tanto he anhelado, ha de guiar mi camino,
las sombras me han cobijado, y serán rumbo en mi destino,
nada quiero rechazar, hoy empieza un nuevo día,
una sonrisa en el rostro, empieza mi nueva vida.

He descubierto al espejo, un rostro que no conocía,
una sonrisa en el alma, unos ojos llenos de alegría,
una imagen que no importa, pues tan solo es recipiente,
de sentimientos de mi alma, los secretos de mi mente.

Hoy decido comenzar, sin un punto de partida,
escojo luchar al fin, vivir, sentir, cada día,
no dar tregua a ese dolor, que hasta hoy guió mis pasos,
hoy quebrantaré mis leyes, rechazaré mis fracasos.

Hoy al fin aprendí:
A no buscarme a mi misma,en el fondo de un espejo,
sólo en los ojos que miran,podré encontrar mi reflejo.

Un Sueño Triste


Cuenta la triste leyenda, que en la oscuridad del ser,

un triste sueño moraba, pues le mintió su querer,

contra su mente luchaba, decidido a continuar,

y su ilusión destronada rogaba por perdonar.



Mas se contaba también, que nadie atendió su ruego,

y el deseo de su amor, prendió su pecho de fuego,

su amante eterno no fue, ni tan sólo su cariño,

y el sueño llorando quedó como un desvalido niño.



La luna llegó a arrullarlo pero el sueño no quería,

“mi amor no me abandonó, sé que volverá algún día”,

se consolaba a si mismo, más algo en él bien sabía,

que por orgullo o temor a su ser no volvería.



Acunado entre las rocas, mira al mar todas las noches,

por si llega con las olas, sonriendo sin reproche,

si el causante de su mal, supiera cuanto lo ama,

volvería sin temor a sumergirse en su alma.



Porque dicen que el amor se sustenta de perdones,

la sonrisa es pasajera, como lo son las pasiones,

la confianza es eterna, y se gana día a día,

a pesar de una mentira no se traiciona una vida.



El sueño triste recuerda, con mil perlas en su pecho,

el calor de su dulzura, le recuerda sin despecho,

no sabe si ha de volver, más algo en él le repite,

que algo trata de esconder y su verdad no transmite.



Qué fue del sueño fiel, si leyenda o realidad,

tan sólo cuentan de él que no lamentó en verdad,

amar pese al sufrimiento, pues al cabo fue feliz,

entre dichas y temores, fue creando su tapiz.



No lamenta el desconsuelo, pues no cambia la sonrisa,

que a pesar de haber perdido fue su traje y su camisa,

no lamenta conocerlo, aunque le dejó en desvelo,

pues su amor fue muy sincero y el perdón será consuelo.



Muchos claman su locura, pobre sueño soñador,

como perdonar la duda, como olvidar el dolor,

pero el pobre sueño siente, y escucha su corazón,

con temores o con dudas, sin el perdió su razón.

Latido Perdido


Se corrompe el latido, cegado por la apatía,
desconsuelo abatido, separa tu vida y la mía,
clama el sol a las estrellas, la luna pierde su brillo,
el matiz de las mañanas, se va volviendo sombrío.

Si supiera que sucede, el porqué del abandono,
si tuvieras confianza en que todo te perdono,
si tan sólo en mi creyeras, en este fuerte latido,
si no sintiera en mi pecho, que por siempre te he perdido.

Si entendieras de una vez, que es limpio este sentimiento,
que en ti reside mi fe, y en tu mirar no hay lamento,
que todo puedo entender, si tu verdad me lo explica,
con tu latido en mi ser, no preciso más botica.

Más me temo vida mía, que mi amor no es suficiente,
no te colma de alegría o no te llena simplemente,
no te basta mi energía, no te sacia mi presencia,
no reclamas en tus días, ni soñadora ni esencias.

¿Donde escondo yo este amor, dime donde lo guardo?
si le acuna mi temor, y mi latido es el fardo,
que me ata aún a la vida, aquella que veo perderse,
cuando mi luz y alegría, optó por desvanecerse.

Si tan sólo regresaras, comprobarías mi amor,
que a pesar de no ser nada, no te causaré dolor,
pues te amo como nunca, pudo amar mi corazón,
eres niño mi sonrisa, eres fe en cada oración.

Enterrando el Corazón


Emily paseaba su dolor por el jardín del centro, el hermoso parque que antaño fuera custodio de caricias y sonrisas hoy quedaba relegado a un mausoleo de recuerdos nada más. Su cuerpo enlutado cubría las cicatrices de su desdicha, su sonrisa yacía en una cajita de madera, una fina talla engalanaba su cubierta y a cada paso que daban sus cansadas piernas su mirada volvía una y otra vez a sus manos, sosteniendo el fino emblema tallado en roble de la historia de su vida.

Se encontraba sumida en sus pensamientos, maldiciendo su desdicha mientras la hacía suya de forma inquietante e inquebrantable..

-No debí haber soñado- Escapó un susurro de sus labios

-Eso no puede evitarse mujer- Argumentó con desparpajo un infante. La sorpresa hizo que Emily girara la vista hacía el lugar de procedencia de la voz, tan cercana y tan distante como su propia realidad, junto a ella un niño de no más de cinco años la miraba tiernamente con la candidez y la inocencia que tan sólo puede hallarse en un corazón puro y sin mácula.

-¡Qué cajita tan hermosa! ¿Guardas algún tesoro en ella?- Preguntó el niño de pronto, Emily no supo como contestar, ¿qué decirle a un niño tan chiquito? el no podría entenderla, al fin y al cabo si ella misma no era capaz como iba a hacerlo un extraño y un niño nada menos, de modo que se limitó a encogerse de hombros y mirar con devoción su hermosa cajita.

-Seguro que sí, y encima es un secreto porque no me quieres contar!, Wow que suerte la mia, un tesoro y un secreto el mismo día- Chapurreaba feliz el niño con su fortuna, mientras Emily se planteaba si la desdicha de unos es la felicidad de otros, - pero vaya ocurrencia -pensó- es un niño y no conoce la maldad no la verdadera al menos.

- No hay tesoro ni secreto, en esta cajita sólo guardo algo que no usaré más- respondió finalmente la muchacha.

-Anda y eso ¿Cómo lo sabes?- Preguntó el niño

-Cómo sé ¿el qué?

- Pues que no lo usarás más ¡Vaya pregunta!- sonrió burlón el picaruelo

-Bueno…. yo lo sé- Respondió turbada la joven

-Sí claro, eso no es respuesta seguro que ni lo sabes

-Oye jovencito, pero tú como ¿sabes tanto?- Le inquirió Emily al pequeño, estaba realmente sorprendida del desparpajo del chiquillo y su forma de hablar, más bien parecía un sarcástico adulto enfundado en un cuerpecillo que no le está, era la primera vez que se encontraba con un niño así y eso que Emily durante su vida en infinidad de ocasiones ejerció como canguro para poder costearse los estudios tiempo atrás.

-Buenooooooooo, es que los mayores os creéis muy listos pero en realidad no lo sois tanto!!!- Las carcajadas del pequeño tras su ocurrencia sorprendieron a la propia muchacha percatándose en ese instante de la sonrisa que asomaba a su rostro, la primera de muchas, la única desde hacia demasiado tiempo.

- Ey que sonrisa más bonita, ¿sabes? me caes bien te contaré un secreto, mi madre tenía una sonrisa como la tuya pero un día la perdió, y por culpa de eso destrozó su vida y como consecuencia la mia también- El niño se puso triste tras pronunciar estas palabras y una lágrima recorrió su mejilla- Prométeme que no permitirás que se pierda tu sonrisa, siempre habrá quien se resienta más de esa pérdida que tú misma, ¿me lo prometes Emily?-

-¿Cómo sabes mi nombre? No recuerdo haberlo dicho, o quizás sí, ¿lo hice? estoy mareada, no puedo prometerte no perder más la sonrisa, nadie puede hacer esa promesa, porque nadie conoce los caminos que la vida le tiene destinados ni las pruebas que deba superar, ni el dolor que tenga que atravesar hasta recuperar de nuevo la fe para sonreír- No sabía bien si el pequeño la entendería pero sin duda su respuesta aclaró su duda y le hizo plantearse hasta qué punto la visita de este niño era casual y hasta donde era un niño más como tantos otros o si realmente no lo era.

-Ah claro que fácil lo arregláis los adultos, así que no puede prometerse una sonrisa eterna, y sin embargo dime ¿por qué estás dispuesta a enterrar lo que no ha muerto?

-¿Quién eres tú y qué quieres de mi? ¿Cómo sabes que pensaba enterrar esta cajita?

-Dime Emily, responde ¿Qué pretendes enterrar? sabes que lo sé y sin embargo te faltan fuerzas para darle voz a tu deseo, o quizás no lo deseas realmente ¿tú qué opinas? Quizás la solución esté en la cajita ¿por qué no dejas hablar a ese que estás dispuesta a asesinar sin tregua?

Emily estaba aturdida, asustada y un sudor frío comenzaba a recorrerle la espina dorsal, este niño no era un niño normal, no era uno cualquiera parecía conocerla,¡no! parecía saber que sentía en cada instante como si le leyera el pensamiento o pudiera introducirse en sus más hondos latidos, ¡latidos! que necedad ella ya no tenía latidos justo por eso se disponía a enterrar la cajita, en ella se encontraba su maltrecho corazón, aquel que tanto quebranto y dicha a un tiempo le había proporcionado durante su corta existencia, es tan difícil asumir que el destino de una vida es carecer de vida por completo que su único recurso quedó en ese, en un entierro forzoso del causante de sus males, muerto en la batalla de luchar por su amor y aniquilado por el despecho en complot con la soledad y el abandono bajo el astuto plan de las mentiras y la desidia.

-Todo eso es muy bonito Emily, quizás te sirva para escribir un libro o para tus poemas de desamor, pero a mi no me sirve de nada y a ti si quitas el desahogo que te proporciona sacar ese lastre de tu interior tampoco te servirá para nada más- Cuando el niño respondió a aquello no pronunciado en voz alta los ojos de Emily dispararon una alerta que el niño no pudo dejar de observar.

-Mira mis ojos Emily, de ti depende que algún día vean la luz, que los labios que te hablan puedan llamarte por el nombre que para ti tienen destinado, hoy quebranté todas las reglas al ver que nos ibas a matar a los dos, no me importa no nacer si eso te hace feliz pero no podría soportar verte morir en vida…..

Emily despertó sudando, bañada en fiebre en la cama de un frío hospital sus manos permanecían atadas al colchón, una imagen pugnaba por salir de su cabeza y tornarse real frente a sus ojos, un niño castaño, ojos color avellana rosadito y hermoso, parece un ser pequeño e indefenso sin embargo la fuerza y la determinación convierten su mirada en un lago hechizante y embriagador… no recuerda su nombre… claro no lo dijo, sin embargo sabe quien es, es su sueño aquel que la embriagó siempre desde niña el motivo por el cual estudió su carrera, forjó su vida y realmente el motivo por el cual permanece atada a esa cama de hospital en lugar de reposar en un manicomio.

Dos semanas después alguien tocó a la puerta, -¿lista?- sí lo estoy, respondió Emily- En ese caso volvamos a casa hija- Emily y su madre abandonaron el hospital no sin antes pasar por la consulta de psiquiatría donde recibieron instrucciones para el tratamiento que debía continuar y el horario de sus próximas visitas.

Emily era consciente de su situación y de cómo salir de ella, mejor dicho qué debía salir de su depresión fuera como fuera, sabía que sería un camino labrado en espinos y que quizás sufriera heridas difíciles de sanar, pero sabía a su vez que por más duras o dolorosas que fueran las afrentas que tuviera que afrontar había sufrido mentiras peores, cicatrices más graves y tenía un recuerdo de ellas en sus muñecas que pese a lo que pudiera parecer le darían fuerzas para seguir luchando por si misma, y sobretodo por él, se lo debía a él pues no podría jamás privar de la luz al fruto de sus latidos por la comodidad de hundirse en su propia oscuridad.







Una cajita llegó flotando a la orilla de la costa, su madera estaba cuarteada y el hermoso tallado dañado irreversiblemente, dos niños jugando con sus castillos de arena la encontraron al recoger agua para el misterioso pozo que sus manos terminaban de crear, la niña abrió la caja y no ocultó su desilusión al hallarla vacía, el niño por el contrario la cerró y dijo – Shhhh cuidado no desperdicies el tesoro- El joven sonrió a su hermana pequeña y esta intrigada preguntó

-¿Tesoro Manuel? si está vacía tonto no lo ves!!!

-¿Vacía? Eso lo dices tú yo la veo llena de besos de una mami para sus hijos, a ver quien llega antes hasta mamá-

La niña salió corriendo hasta detenerse unos metros más allá, el joven Manuel de 10 años de edad la miró y sonriendo le mandó un beso a su madre que fingió atraparlo al vuelo, le encantaba ese juego sobretodo porque la veía sonreír y nadie sabe lo que el pobre tuvo que hacer para ver su sonrisa sincera, pensaba mientras lanzaba la cajita de nuevo al mar.

*** A m o r V e r d a d e r o ***


Si dudas del testimonio que mis ojos te revelan,

Si acaso son mis palabras que no logran convencerte,

Recuerda cada sonrisa mientras mis manos cincelan,

El latido de un amor que entre dos se hace más fuerte.



Cuando dudes del destino o el motor de mis latidos,

Si tormentos de un pasado pone en duda este camino,

Mira mis ojos sin miedo cuando estén desprevenidos,

Verás en ellos tu nombre como un rio cristalino.



Podrás sentir en mi piel, el aroma de tu cuerpo,

Escuchar en mis latidos tus susurros de argumento,

Olvida ya edenes falsos, eres tú mi paraíso,

El motivo del latido, de mi alianza el compromiso.



Cuando evocas otro tiempo, uno muerto y enterrado,

Miedo siente mi interior pues estás equivocado,

Que no tengo más amor que el que entrego día a día,

Que no tengo otro motor que tu esencia vida mía.



No dudes de mi cariño porque en él me la vida,

Que ni entrego mi pasión ni regalo mi alegría,

Si es tuya es porque te amo, sin condición ni barreras,

Sin pretender ser princesa o una diosa de quimeras.



Soy tan sólo la que ves, la que abrazas con derroche,

La que sufre al despedirte con un beso cada noche,

la que te dice te quiero y te dedica sus versos,

la misma que tatúa sobre tu cuerpo universos.



Quizás no encuentre palabras, o no sepa demostrarte,

Para sentirte querido o bien mi amor expresarte,

Quizás no sirvan poemas, ni haya prosa suficiente,

Que te haga confesarte de este latido creyente.



Pero quiero que comprendas que estaré siempre contigo,

Pueda llamarte amor o cuidarte como amigo,

Que no existe otro latido que aquellos que tú provocas,

Que el pasado es la teoría que murió contra las rocas.



En la playa de la vida, como naufraga te digo,

Que tu cariño es la isla que a mi vida dio sentido,

Que no creo en falsos dioses teniendo como testigo,

Al ángel que me ilumina y enaltece mis latidos.



No deseo yo otro cielo, más que el que hayo entre tus brazos,

No concibo más deseo que el que dibujan tus labios,

Si he morir que así sea, pero perdida en tu abrazo,

Si he vivir dios lo quiera, sea besando tus labios.

*** ESTRELLA FUGAZ ***

En la triste mazmorra de tu soledad, habitabas,
solitaria en compañia, por tu alma suspirabas,
la voz que antaño lograba, que entero tu ser vibrara
quedó al olvido renegada, cual flor que se marchitara.

Oda triste fue plegaria, de suspiros y lamentos,
entrega total del alma, desgarrada por tormentos,
caricias que destrozaban, tu piel como arañazos,
trás falsos besos llegaban, palabras cual latigazos

Una sonrisa perdida, lágrimas lograron ahogarla,
las manos que la creaban, no supieron bien cuidarla,
dulce sueño, la desidia, transformó en vil pesadilla,
la amargura es el despojo, que mató a una chiquilla.

Has bajado hasta el infierno, como alma penitente,
has sentido en ti el dolor, en sus silencios ausente,
tan sólo un último viaje, abre los ojos y mira,
presta atención a ese cielo, que por tu esencia suspira.

Estrella fugaz sin brillo, que ha expirado sin saber,
que por un amor murió y por otro ha de nacer.....

miércoles, 1 de octubre de 2008

Se inutil y goza


Lao Tse iba viajando con sus discípulos y llegaron a un bosque donde cientos de leñadores estaban talando arboles. El bosque entero habia sido talado excepto un enorme arbol con cientos de ramas. Era tan grande que diez mil personas se podian sentar bajo su sombra.

Lao Tse les pidió a sus discípulos que fueran a preguntar porque ese arbol no habia sido talado. Fueron y preguntaron a los leñadores, quienes respondieron: Este arbol es completamente inutil. No se puede hacer nada con él porque cada rama tiene muchos nudos, ninguna es recta. No se le puede usar como combustible porque el humo que produce es dañino para los ojos. Es un arbol completamente inutil, por eso no lo hemos cortado."
Los discipulos volvieron y se lo contaron al maestro. El se rió y les dijo: "Sed como este arbol, si sois útiles os cortarán y os convertirán en muebles de alguna casa. Si sois hermosos sereis vendidos en el mercado, os convertirán en objetos. Sed como este arbol, completamente inútiles y entonces crecereis grandes y vastos y miles de personas encontrarán sombra bajo vosotros. Lao Tse tenía una lógica especial. El dice: Sé el último. Muévete en el mundo como si no estuvieras. No compitas, no trates de probar que eres digno, no es necesario. Sé inutil y goza.

Las puertas del cielo


Un guerrero, un samurai, fue a ver al Maestro Zen Hakuin y le preguntó:"¿Existe el infierno?¿Existe el cielo? ¿Donde estan las puertas que llevan a ellos ? ¿Por donde puedo entrar?

Era un guerrero sencillo. Los guerreros siempre son sencillos, sin astucia en sus mentes, sin matemáticas. Sólo conocen dos cosas: La vida y la muerte. El no habia venido a aprender ninguna doctrina; solo quería saber donde estaban las puertas, para poder evitar el infierno y entrar en el cielo. Hauikin le respondió de una manera que sólo un guerrero podía haber entendido.
¿Quién eres?", le preguntó Hakuin.
"Soy un samurai, le respondió el guerrero, hasta el emperador me respeta".
Hakuin se rio y contestó "¿Un Samurai, tú?. Pareces un mendigo".
El orgullo del samurai se sintió herido y olvidó para que habia venido.Sacó su espada y ya estaba a punto de matar a Hakuin cuando éste dijo:
"Esta es la puerta del infierno. Esta espada, esta ira, este ego, te abren la puerta".
Esto es lo que un guerrero puede comprender. Inmediatamente el samurai entendió. Puso de nuevo la espada en su cinto y Hakuin dijo: "Aquí se abren las puertas del cielo.
La mente es el cielo, la mente es el infierno y la mente tiene tiene la capacidad de convertirse en cualquiera de ellos. Pero la gente sigue pensando que existen en alguna parate, fuera de ellos mismos...El cielo y el infierno no estan al final de la vida, están aquí y ahora. A cada momento las puertas se abren...en un segundo se puede ir del cielo al infierno, del infierno al cielo.

Aceptacion


" ACEPTA LA VIDA TAL CUAL ES. ALÉGRATE SIN RAZON ALGUNA."

En el pueblo donde vivía el gran Maestro Zen Haukin, una joven se quedó embarazada. Su padre la presionó para que revelara el nombre de su amante y al final, para escapar del castigo, la joven dijo que era Hakuin.
El padre no dijo nada más, pero cuando nació el niño se los llevó a Hakuin, se lo arrojó y le dijo: " Parece que éste es tu hijo", agregando toda clase de insultos.
El Maestro Zen sólo dijo: Oh!, ¿es así? y tomo el bebé en sus brazos. A partir de este momento, a donde quiera que iba, llevaba el bebé consigo, envuelto en la manga de su túnica. En noches de lluvia y tormenta iba a mendigar leche en las casas vecinas. Muchos de sus discípulos, considerándole un hombre acabado, se volvieron en contra suya y los abandonaron.
Hakuin no dijo ni una sola palabra.
Mientras tanto, la madre sintió que no podía tolerar la agonía de estar separada de su hijo. Confesó entonces el nombre del verdadero padre y el padre de la joven corrió a ver a Hakuin y se postró ante él rogándole que le perdonara.
Hakuin solo dijo Ah! ¿es así? y le devolvió el niño.
Esto es aceptación. Todo lo que la vida trae está bien, absolutamente bien, esta es la cualidad del espejo; nada es bueno, nada es malo, todo es divino. Acepta la vida tal como es. Aceptándola los deseos desaparecen, las tensiones, el descontento desaparecen. Aceptándolas, uno empieza a sentirse alegre sin razón alguna. Cuando la alegría tiene una razón, no dura mucho. Cuando no tiene razón alguna, dura para siempre.

El juicio


En una aldea había un anciano muy pobre, pero hasta los reyes envidiaban porque poseía un hermoso caballo blanco

Los reyes le ofrecieron cantidades fabulosas por el caballo pero el hombre decía:"Para mí, él no es un caballo, es una persona. ¿Y cómo se puede vender a una persona, a un amigo?". Era un hombre pobre pero nunca vendió su caballo.
Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo:"Viejo estúpido. Sabíamos que algún día le robarían su caballo. Hubiera sido mejor que lo vendieras.¡Qué desgracia!".
-"No vayais tan lejos"-dijo el viejo-"Simplemente decid que el caballo no estaba en el establo. Este es el hecho, todo lo demás es vuestro juicio. Si es una desgracia o una suerte, yo no lo sé, porque esto apenas es un fragmento.¿Quién sabe lo que va a suceder mañana?".
La gente se rió del viejo. Ellos siempre habían sabido que estaba un poco loco. Pero después de 15 días, una noche el caballo regresó. No había sido robado, se había escapado. Y no solo eso sino que trajo consigo una docena de caballos salvajes.
De nuevo se reunió la gente diciendo: "Tenías razón, viejo. No fue una desgracia sino una verdadera suerte."
-"De nuevo estais yendo demasiado lejos"-dijo el viejo-Decid solo que el caballo ha vuelto... ¿quien sabe si es una suerte o no? Es sólo un fragmento. Estais leyendo apenas una palabra en una oración. ¿Cómo podeis juzgar el libro entero?".
Esta vez la gente no pudo decir mucho más, pero por dentro sabían que estaba equivocado. Habían llegado doce caballos hermosos.....
El viejo tenía un hijo que comenzó a entrenar a los caballos. Una semana más tarde se cayó de un caballo y se rompió las dos piernas. La gente vovió a reunirse y a juzgar: "De nuevo tuviste razón-dijeron-. Era una desgracia. Tu único hijo ha perdido el uso de sus piernas y a tu edad el era tu único sostén. Ahora estás más pobre que nunca.
-"Estais obsesionados con juzgar"-dijo el viejo."No vayais tan lejos,sólo decid que mi hijo se ha roto las dos piernas. Nadie sabe si es una desgracia o una fortuna. La vida viene en fragmentos y nunca se nos da más que esto.
Sucedió que pocas semanas después el pais entró en guerra y todos los jóvenes del pueblo eran llevados por la fuerza al ejército. Sólo se salvó el hijo del viejo porque estaba lisiado. El pueblo entero lloraba y se quejaba porque era una guerra perdida de antemano y sabían que la mayoría de los jóvenens no volverían.
-"Tenías razón viejo era una fortuna. Aunque tullido, tu hijo aún está contigo. Los nuestros se han ido para siempre".
-"Seguís juzgando- dijo el viejo. Nadie sabe. Sólo decid que vuestros hijos han sido obligados a unirse al ejército y que mi hijo no ha sido obligado. Solo Dios sabe si es una desgracia o una suerte que así suceda".
No juzgues o jamas serás uno con el todo. Te quedarás obsesionado con fragmentos, sacarás conclusiones de pequeñas cosas. Una vez que juzgas, has dejado de crecer.

Desafio


Un día un viejo campesino fue a verle y le dijo: "Mira, tú debes ser Dios y debes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el ABC de la agricultura. Tienes algo que aprender".
Dios dijo: "¿Cúal es tu consejo?"
El granjero dijo:" Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más."
Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente pidió lo mejor y solo lo mejor: ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano.
Todo confortable, cómodo y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol, había sol; cuando quería lluvia, había tanta lluvia como hiciera falta. Este año todo fue perfecto, matemáticamente perfecto.
El trigo crecia tan alto....que el granjero fue a ver a Dios y le dijo:"¡Mira! esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en diez años, aún así tendremos comida suficiente".
Pero cuando se recogieron los granos estaban vacios. El granjero se sorprendió. Le preguntó a Dios :"¿Qué pasó, qué error hubo?".
Dios dijo:" Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relampagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo".

La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A esto se le llama entendimiento. Entendiendo este secreto descubrirás cúan grande es la belleza de la vida, cuanta riqueza llueve sobre tí en todo momento, dejando de sentirte miserable porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos.