domingo, 28 de diciembre de 2008

LA PELOTA


LA PELOTA DE TRAPO

—Abuelita, voy a tirar a la basura esta pelota de trapo —dijo Elena mientras ponía orden en los cajones del viejo aparador.

—¡No! —grito la abuela, desde la cama, extendiendo sus manos temblorosas

Elena le alcanzó la pelota, mientras se preguntaba de dónde habría sacado su abuela la energía para gritar de esa manera, cuando apenas podía hacer el esfuerzo de respirar.

La abuela cerró los ojos, al tiempo que sujetaba con las pocas fuerzas que le quedaban a la vieja pelota

—No tires esta pelota, Elena.

—Pero abuela, ¿qué interés tiene para ti esta pelota sucia y mugrienta?

—Se la robé a una amiga. —contestó la anciana en un susurro.

— ¿Qué la robaste? —exclamó sorprendida Elena, incapaz de imaginar a su abuela haciendo algo semejante.

—Tenía 5 años, mucha hambre, mucha miseria. Nunca tuve ningún juguete.

—Bueno abuela, no te martirices ahora, después de tantos años, —dijo Elena al ver que a su abuela se le llenaban los ojos de lágrimas. —Son cosas de niños

—Nunca pude jugar con ella. Los remordimientos me convirtieron en una niña triste y solitaria. Prométeme que la guardarás en mi recuerdo.

—Te lo prometo abuela.

—Elena, no tires nunca esta pelota, es mi conciencia.

No hay comentarios: