viernes, 19 de diciembre de 2008

En lo profundo de tu mirada


¡Cual los ojos de un niño! que busca los brazos de su madre, así buscas ver los ojos de tu alma solitaria, así como el infinito resplandor de la luz del sol que te siega para no ver que aun existe el amor en tu interior, el cual aguarda que despiertes…



Ojos empañados por las lagrimas de arrepentimiento, lagrimas que desbordan el sufrimiento de un corazón confundido y abatido por las preguntas sin respuestas, y el mirar de tus ojos que se pierden en el punto fijo de la nada…



Esos ojos que suplican y aguardan el regreso de una visión clara, que revele los rasgos del amor que fuese, la causa de aquella ceguera que oculto su espíritu anegado, esos ojos que se iluminaron con el sublime beso deseado de aquel ángel, que se oculto detrás de la esperanza…



¡Esos tus ojos! que dejaron partir tu alma enamorada, esos tus ojos en que se reflejaba los amaneceres dorados, el cielo se diluyo ante tus ojos, dejando solo un leve recuerdo de los colores de la vida sobre un lienzo imaginario…



¡Esos tus ojos! que un día vieron la desnudes de mi alma, así como doncella que se sumerge en las claras aguas, perdiéndose en sus profundidades, así tus ojos perdieron la inocencia de verme entre tus oleajes…

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