domingo, 19 de octubre de 2008

Una Razón


Una razón tan sólo, para pensar que no es un juego,

que lo que dices es cierto, que en tu pecho late fuego,

ofrece la excusa que busco, para abrir de par en par,

las alas de este cariño que por ti quiere volar.



Una baza que con suerte, trae los ases escondidos,

en la manga fugitiva, de un ladrón que no he sentido,

la partida de una vida, que no dejó opción al azar,

pues con maña y picardía, las cartas logró marcar.



Una razón que demuestre, que la mirada de miel,

quedó clavada en el alma, dejando huella en tu piel,

que las palabras de antaño, no son barcos de papel,

naufrágos de las caricias, que forjaste en mi ayer.



Si fue un juego no confieses, pues pequé de soñadora,

entre risas y matices, se rompió el alma que hoy llora,

si no hay juego explica entonces, el por qué de las caricias,

que etéreas surcan la noche, que esconden bellas sonrisas.



La razón que necesito, la custodia aquel latido,

que en cartas marcadas de encanto, despertó lo que ha dormido,

lucha eterna que consume, la fragilidad de un sueño,

son tus ojos los que siento, de mis labios eres dueño.



Besos que tienen nombre, sonrisas siempre robadas,

equívocas poesías, que a tus dueñas deja ajadas,

no hay amor en este juego, ni lo sientes ni lo das,

es tan sólo coqueteo, es ser siempre una más...



Para los vampiros de ilusiones, que no conocen la ilusión...

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