viernes, 5 de junio de 2009

Carta de amor de Beethoven a su amor eterno


Incluso cuando estoy en la cama
mis pensamientos van a hacia ti,
mi eternamente querida,
ahora y entonces alegremente,
después otra vez tristemente,
esperando para saber
si el Destino oirá nuestra plegaria,
para hacer frente
a la vida que debo vivir
en conjunto contigo
o nunca verte.
Sí, estoy resuelto
a ser un extranjero vagabundo
hasta que pueda volar a tus brazos
y decir que he encontrado
mi hogar verdadero con usted
y envuelto en tus brazos
puedo dejar que mi alma flote
hasta el reino de almas bendecidos.
Ay!, desafortunadamente debe ser así.
Debes estar tranquila,
tanto más pues sabes que te soy fiel;
ninguna otra mujer podrá nunca
poseer mi corazón,
nunca, nunca.
Oh Dios, por qué debe uno ser separado
de aquella que le es tan querida.
Para más, mi vida en Viena
es actualmente desgraciada.
Tu amor me ha hecho el más feliz
y el más infeliz de los mortales.
A mi edad necesito estabilidad
y regularidad en mi vida,
puede esto coexistir con nuestra relación?
Ángel, acabo de oír que va el correo cada día,
y por lo tanto debo cerrar ésta,
de modo que puedas recibirla inmediatamente.
Mantente tranquila;
solamente al considerar tranquilamente
que nuestras vidas podremos alcanzar
nuestro propósito de vivir juntos.
Mantente tranquila, ámame, hoy, ayer.
Qué nostalgia llena de lágrimas por ti,
por ti, por ti, mi vida, mi todo.
Todos los buenos deseos a ti.
Oh, continúa amándome,
nunca juzgues mal
el corazón fiel de tu amado.
Siempre tuyo
Siempre mía
Siempre de ambos

No hay comentarios: